¿Por qué a mi peluquera le va bien su negocio?

La semana pasada me llevé una alegría cuando fui a cortarme el pelo y me contó mi peluquera que le iba muy bien. Después de tantos meses escuchando malas noticias a mí alrededor sobre negocios que cierran o gente que pierde su trabajo, fue como un soplo de aire fresco.

Mi peluquera se llama Loli y cogió el traspaso de la peluquería hace unos meses cuando Manolo, el peluquero anterior, se jubiló. Está trabajando duro para prosperar y de hecho ha contratado a una persona que le ayuda de jueves a sábado por que no da abasto esos días. Me comentó muy orgullosa que esperaba poder contratarla todos los días de la semana.

Le tiré un poco de la lengua y me llamo la atención lo que me contó porque siendo un pequeño negocio estaba haciendo cosas que me parecieron muy interesantes. Son sencillas estrategias y acciones que se pueden aplicar a cualquier negocio independientemente de su sector o tamaño, así que las he aprovechado para escribrir este post con algunas ideas para luchar contra la crisis.

1. Orientación al cliente.

A todos se nos llena la boca hablando de como nuestros negocios o estrategias están orientadas al cliente pero muchas veces son meros titulares de una presentación de comité de negocio o algo que repetimos por inercia. Me contó Loli que el anterior peluquero cerraba al medio día así que continuó con el mismo horario, pero rápidamente se dio cuenta que muchos clientes que llamaban para pedir hora tenían problemas con los horarios, y se le acumulaba el trabajo a última hora de la tarde. Decidió ampliar el horario y no cerrar a la hora de comer y le ha funcionado bien captando nuevos clientes que no tienen flexibilidad horaria en sus trabajo. Para ella es un esfuerzo enorme porque tiene que comer algo rápido en la propia peluquería pero esto es una auténtica estrategia de orientación a las necesidades del cliente.

Busca en tu negocio cuales son las necesidades reales de tu cliente e intenta satisfacerlas sin tomar atajos, aunque sea complicado y haya que cambiar los procesos de la empresa.

2. Si tu mercado cambia hay que adaptarse.

La peluquería de Loli es fundamentalmente de caballeros aunque también estaba empezando a captar «clientas». Me contó que el negocio de peluquería masculina es más estable porque el corte de pelo es barato y es algo en lo que normalmente no se ahorra. Sin embargo, el segmento de peluquería femenina sufre más en las crisis porque es más caro (peinado, corte, tinte, mechas…) y las señoras tienden a disminuir la frecuencia y el gasto. Ella no entiende como la mayoría de peluquerías de señora de su zona no se han reinventado para convertirse en peluquerías unisex, y así poder compensar la pérdida de negocio de clientas con la captación de nuevos clientes masculinos.

3. Las crisis también traen oportunidades… si las sabes aprovechar.

Una de las peluquerías de su zona no pudo o no supo adaptarse y tuvo que cerrar. Loli se enteró unas semanas antes por que mantiene buena relación con las «fuerzas vivas» del barrio así que fue a ver a la peluquera y le propuso un trato que no pudo rechazar. Le ofreció una comisión por cada clienta que fuera a su peluquería una vez que cerrara. Diseñó una tarjetitas con un descuento especial para el primer servicio de peluquería y la peluquera que iba a cerrar las entregó a todas sus clientas en las últimas semanas.

Me contó que le funcionó bien y por eso ahora empieza a tener también «clientas» que complementan su negocio de peluquería de caballero. La peluquera que cerró se llevó un dinerillo y pudo rentabilizar un poco su cartera de clientes además de solucionarles un problema.

4. Darle a tu producto o servicio un pequeño valor añadido no cuesta tanto.

Uno de los motivos por los que voy a esta peluquería (por supuesto porque está cerca de la oficina y me cortan bien el pelo) es por el guante vibrador. Ya se lo que estáis pensando, suena fatal, pero es una especie de guante que vibra para hacer masajes en la cabeza después de cortarte el pelo. Son uno o dos minutos en los que te olvidas de todo y entras en una especie de trance. Ya se lo que estaréis pensando pero si además de cortarte el pelo razonablemente bien, te dan este masajito con el guante «mágico» por el mismo precio, os aseguro que os cortariais el pelo todas las semanas.

Hay muchos ejemplos de pequeños detalles que aportan valor añadido, como las piruletas que ponen en los juguetes en Imaginarium (a veces es lo que más ilusión hace a los niños) o las gasolineras en las que te limpian el parabrisas mientras te ponen la gasolina (ya quedan pocas).  Estos detalles no tienen un coste alto pero ayudan a fidelizar a los clientes.

Piensa como puedes aportar ese pequeño valor añadido a tu producto o servicio, será una de las inversiones más rentables que hagas.

Loli, tu si que vales!

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Cómo transformar tus aficiones en negocios millonarios – Historias de éxito

Inicio con esta entrada una serie de posts de historias de éxito de startups. Creo que una de las cosas que más nos gustan a los emprendedores es conocer como otros emprendedores han desarrollado modelos de negocio existosos.

En el último post sobre como generar ideas sobre nuevos negocios mencioné las aficiones como una fuente muy interesante para inspirarte en la creación de un nuevo proyecto.

Os resumo un post publicado en entrepreneur.com titulado Entrepreneurs Who Turned Hobbies into Million-Dollar Businesses y que ha sido traducido y publicado en lincinews.com. En el que se incluyen 4 casos de éxito de personas inquietas que transformaron sus hobbies en interesantes negocios.

Kim Lavine comenzó a hacer cojines para microondas como regalo para los profesores de sus hijos en 2001, montándolos en la mesa de cocina de su casa en Grand Haven, Michigan, con un relleno de grano de maíz. Casi al mismo tiempo, su esposo perdió su trabajo, lo que le llevó a considerar transformar su pasatiempo en una fuente de ingresos.

Pasó de la venta de almohadas con su camioneta a los quioscos en centros comerciales y la creación de su compañía, Daisy Green, en 2002. En dos años, la almohada Wuvit de Lavine estaba en cadenas nacionales, incluyendo Saks Fifth Avenue, Macy y Bed Bath & Beyond, y en 2006, generó más de $1 millón en ventas.

Para determinar si tu afición puede convertirse en un negocio, Lavine recomienda que primero te preguntes: “¿Tienes un gran producto y se puede demostrar y probar su comercialización?” Esto podría parecer elemental, pero Lavine dice que demasiados emprendedores no tienen en cuenta esta cuestión.

Otros tres ejemplos de emprendedores que transformaron sus aficiones en empresas multimillonarias.

Terry Finley
Hobby: aficionado a las carreras de caballos
Negocios: Pura sangre West Point
Ingresos 2011: $6,5 millones

Cuando Terry Finley compró su primer caballo, Sunbelt, por US $5.000 en 1991, se sentía atrapado en su trabajo de venta de seguros de vida. Finley había estado apostando a los caballos durante años, pero nunca había realizado una inversión como ésta. Después que Sunbelt ganó su primera carrera ese año, Finley comenzó a poner pequeños anuncios en los periódicos de carreras y atrajo a un inversor que pagó 5.000 dólares por la propiedad parcial de Sunbelt. A los dos meses, se compró su segundo caballo, Zen Cal Jr., y continuó comprando más caballos.

Poco después, dejó su trabajo y fundó West Point Thoroughbreds. Hoy en día, tiene 55 caballos sindicados y cuenta con 550 inversores que se benefician cuando sus caballos ganan una carrera, tienen crías o se venden. Los ingresos han crecido de $2 millones en 2005 a US $6,5 millones al año durante los últimos tres años.

Craig Jenkins-Sutton
Hobby: Jardinería
Negocios: Topiarius
Ingresos 2011: $1,2 millones

Cuando Craig Jenkins-Sutton comenzó a diseñar jardines no tenía ningún entrenamiento formal en paisajismo, sólo un espíritu verde. Creció en una granja en el centro de Minnesota y siempre tuvo un amor por la jardinería.

Terminó trabajando para un servicio de jardinería, pero sabía que no quería trabajar para otra persona. En 2003, puso un pequeño anuncio en el periódico Chicago Tribune, ofreciendo sus servicios de diseño de jardines. En una semana, recibió 40 llamadas, pero sólo una se convirtió en un cliente. Fue suficiente para poner el negocio en marcha. Ese año fundó la empresa de diseño de jardines, Topiarius, en Chicago.

En 2010, comenzó a poner anuncios colgantes en las puertas de las casas de la gente y se dio cuenta de que era una buena táctica. Diez mil avisos de puertas produjeron entre 5 y 10 llamadas de clientes, obteniendo resultados mucho mejores que con cualquier otra promoción que había intentado. Como resultado, su negocio se duplicó en 2010, y los ingresos aumentaron el año pasado un 80% a US $1,2 millones.

Megan Duckett
Hobby: Costura
Negocios: Sew What? & Rent What?
Ingresos 2011: $6,2 millones

Cuando Megan Duckett se mudó a Los Angeles desde Australia hace 21 años, ella tenía 19 y tenía grandes sueños de trabajar en la industria del entretenimiento. Comenzó a trabajar con un planificador de eventos y en su tiempo libre cosía en la mesa de su cocina, haciendo ropa de cama, cortinas y trajes.

Cuando le solicitaron crear los forros interiores para 10 ataúdes de decoración de un evento de Halloween, Duckett asumió el reto. “Ese fue uno de los momentos clave que me hicieron darme cuenta de que tenía un conjunto de habilidades que otros no tienen”, dice ella.

En 1996, Duckett estaba ganando más dinero cosiendo que el salario de $45,000 de su trabajo de tiempo completo en la empresa de organización de eventos. Renunció y alquiló un almacén de 800 metros cuadrados, contrató a tres costureras y generó US $ 80.000 en ingresos el primer año.

Hace cuatro años, Duckett se diversificó ofreciendo la opción de alquilar cortinas y otros accesorios en lugar de comprarlos y para 2011 su compañía produjo $ 5 millones en ventas, además de los $ 1.2 millones generados por su segundo negocio Rent What? (Arrendar qué?). Hoy tiene 44 empleados en ambos negocios.

¿Crees que puedes transformar tu afición en un negocio? Antes de lanzarte te recomiendo que leas el post ¿Tienes un pequeño negocio o un gran hobbie? publicado también en entrepreneur.com.

Es cierto que por cada ejemplo de éxito hay cientos de casos anónimos de fracaso, pero el hecho de que tu idea de negocio se base en una afición incrementa notablemente tus probabilidades de éxito, porque vas a disfrutar mucho más en el proceso de creación y desarollo. Además, la pasión que se pone en un proyecto es un elemento diferencial y qué mejor que una afición o hobbie para asegurar este elemento diferencial.